FRANCAMENTE: hoy el mundo es un poco mejor. Porque estamos en tiempos en los que ya no se tiene ilusión por las cosas, tiempos en los que los jóvenes ya no creen en todo aquello en lo que necesitaban creer para... Eso, para estar bien. Tiempos en que apenas se valoran los grandes gestos y, como el que no quiere la cosa, de pronto está "mal visto" ir por ahí gritándole a la gente de la calle cosas sin sentido aparente pero que a ti TE IMPORTAN.
Son tiempos aciagos para la ÉPICA.
Por eso, es tan SÚMAMENTE IMPORTANTE que Riot haya decidido —gratis, a su manera— poner de nuevo EN BOCA DE TODOS esta corajosa historia de un pezón MUY ESPECIAL. Un pezón rey. Un PEZONAZO. Una tonelada de tetilla, amigos. Pero, por encima de cualquier otra cosa, un pezón CON GANAS DE APORTAR.
Tremendo desenlace el de esta ópera épica de Riot Über Alles: en esta segunda y última parte, el Rey Pezón (que en ese momento todavía no es rey, pero apunta maneras) se tira en plancha al campo de batalla como si no hubiera un mañana, mayormente para darle ajuste al Emperador de los Pezones Otomanos: con tan solo un puñado de valientes pezones rosados a sus espaldas, nuestro héroe Payoputa no habrá de dudar en levantar su estandarte (que, por supuesto, es un pezón dibujado así en plano, sin volumen, supermedieval) para plantar cara con lo puesto a aquellos tiranos que se pasaron por la piedra sin miramiento alguno a todos aquellos pezones que alguna vez amó en su vida. Pero esta batalla, como cualquier otra gesta épica, solo puede ganarse pagando un alto coste.
Con una afabilidad que tira para atrás, Riot compone el clímax de esta segunda y última parte para dejar bien claro que la sinfonia no se riñe con los mensajes unilaterales. Ritmos gloriosos, deliciosamente orquestados, van rascándose los cascabeles con descaro adorable a lo largo de los tres temas que componen este imponente cierre a una Historia que habla de Todos Vosotros. Sin olvidar la enorme responsabilidad que pesa sobre sus creativos hombros, Riot no se achanta ante el desafío que supone el darle VIDA a un mensaje que no se trasnocha, por mucho que haya gente que no conoces rondando por tu comedor en silencio. Desde atracar una farmacia con un cutter a dejarle mensajes guarros a tu madre en el buzón haciéndote pasar por un acosador anónimo: TODO CUENTA, y solo con un corazón valente la gente del hoy será capaz de llevar a cabo sus respectivas movidas. Subirse con pasito ligero al pedestal de los que escribirán la Historia, de eso se trata.
Próximamente, soluciones de emergencia para zurdos que no lo son.