Llega el finde. Llevas muy, muy buen rollito con tu gente: quedas con tus compis en ese pub que tanto os gusta, os pedís unas claritas y EMPIEZA LA FIESTA. Luego vienen los chupitos de vodka con lima, los cigarritos sociales, los chistes de paralíticos y las miraditas perniciosas. Después de eso, only God knows cómo habéis acabado a las cinco de la mañana, haciendo cola en la churrería y comentando —quizás demasiado— animosamente todas las paranoyas que la noche os ha ido deparando, tanto individualmente como en grupúsculos.
Tras los churros y alguna que otra chanza crepuscular, cada uno vuelve a su hogar. Alguno al duplex de sus padres, hallándose estos de relax en las costas de Levante.
Ya. Bien, todo correcto: el próximo lunes, ninguno de ellos se verá subyugado por sombra de mendicidad alguna. El Sida está controlado. Nadie se ha muerto jamás por llevar la camisa por dentro. Y la mayoría de empresas de gomina apenas usan animales en sus cosas.
Ya. Bien, todo correcto: el próximo lunes, ninguno de ellos se verá subyugado por sombra de mendicidad alguna. El Sida está controlado. Nadie se ha muerto jamás por llevar la camisa por dentro. Y la mayoría de empresas de gomina apenas usan animales en sus cosas.
Pero, aún y con esas, el MAL ya está hecho.
Riot LO SABE. Por eso mismito, el de Barcelona vuelve a la carga con un single cargado de Vitamina C (de Conciencia): en un mundo cada vez más lleno de imprudencia y abulias varias, ALGUIEN tiene que alzar la voz (aunque sea en clave POP) para poner las cosas en su sitio.
En esta ocasión, nuestro Über Alles pone sobre su inmensa palestra creativa dos de las problemáticas más importantes —e inclementes— de nuestros días. Por un lado, en su tema "Drogas los Martes" (la que le da título al single) nos recuerda con ritmo fresquísimo y aún más pegadizo que, aunque te cueste creerlo, tu madre lleva un par de semanas poniéndose tonta a la hora de pagar. Como si hubiera olvidado que lo suyo, su movida, no es como para ir por ahí dándoselas de importante. Al César lo que es del César.
El tema de la cara B, a pesar de estar acometido por la siempre quejumbrosa circunstancia de ser un segundón, no abandona en ningún momento la causa y empuña con igual o más fuerza el estandarte del Tomar Conciencia de Las Cositas. "Videoparty" nos narra una historia dramática, casi trágica (creando así un fuerte contraste supercreativo con su base musical, sumamente tropical): un hombre adulto intenta hacer amigos y es vilmente rechazado. Efectivamente, un tema candente (diría aún más: humeante) tanto en la calle como en las cárceles de toda Europa.
Bien por Riot! Digamos SÍ a NO cerrar los ojos frente a las grandes problemáticas de nuestros días.