Las redes sociales son noticia, y no para bien. Lo que debería ser una herramienta de comunicación amable y dada a la vaselinización de conflictos interpersonales, se ha convertido en un caldo de cultivo para sediciosos y personas con madres drogadictas.
Como todos sabéis, Riot Du Saida es un gran aficionado al deporte. Y como buen español, SABE DISFRUTAR DE LO QUE SE LE BRINDA. Y no hablamos solo del fútbol, que nos ha brindado los mejores ataques mortales al corazón de los últimos años (en directo, absolutamente sentidos, como puñales que te se clavan en lo más hondo y te obligan a pensar en ello semana tras semana, durante períodos inquietantemente indefinidos).
Todos nos hemos visto gravemente supeditados por la reciente noticia de la muerte del torero Víctor Campos. España ha perdido un pedazo de arte, un cachito de su más profunda esencia. Son cosas que pasan, no nos engañemos: a los toros de lidia nunca les han gustado los hombres vestidos de feriante. Pero eso, desde luego, NO ES EXCUSA. Por tanto, exigimos desde este blog LA EJECUCIÓN INMEDIATA DEL TORO EN CUESTIÓN, y así mismo nos sumamos a la propuesta de VIOLAR PÚBLICAMENTE A TODA SU PROLE CON UN PALO DE ESCOBA y, por supuesto, LLEVAR A CABO EL PROGRAMA "PAQUIRRI SOMOS TODOS", mediante el cual se asegura que todas y cada una de las bestias implicadas en nuestra fiesta nacional sean sistemáticamente drogadas desde su nacimiento, facilitando así el merecido disfrute de los vástagos de la família real y, en definitiva, todo aquel buen aficionado al arte del toreo. Gracias a la beca nacional ENDOGAMIA, muchos jóvenes de este país podrán descubrir por sí mismos que a las moscas no les importa de quién o qué sea la herida abierta: si hay pus para chupar, bendita sea la gracia.
Vayamos ahora al espinoso tema de las redes sociales. MUY MAL. No, no está bien reírse de la muerte de PERSONAS ASÍ. Por muy ridículo que fuera su uniforme de trabajo: si quieres alegrarte de alguna desgracia, POR FAVOR QUE NO SEA ÉSTA (lo que incluye al resto de toreros, policías, políticos, funcionarios de prisiones y empresarios). Además, SI LO TUYO ES EL HUMOR NEGROTE, NO HACE FALTA. Tienes para escoger: juicios-farsa con secuestros de más de 4 años por parte del Estado a personas inocentes, solo por sus ideas anarquistas. O sin ir más lejos, las 5 mujeres brutalmente violadas en estos últimos Sanfermines por HOMBRES ESPAÑOLES (no musulmanes, no inmigrantes... Nada más faltaría. Uno de los agresores es Guardia Civil). También tienes todos los suicidios y casos de depresión crónica por deshaucios o, si eres más de emociones fuertes, los más de 60 muertos a causa de la violencia policial de los Mossos de Escuadra durante la última década. Tienes a Patricia Heras (una bollera que se tira desde una ventana y queda hecha una tortilla siempre es una risa). De eso sí puedes alegrarte públicamente, ancha es Castilla. Tienes mendigos apalizados en cajeros de barrios altos, invertidos apuñalados, gente que no paga el metro ni sus impuestos Y NO ES FUTBOLISTA... Tienes a tu vecino: denúncialo. Ponle imaginación. Ellos te escucharán.
Dicho esto, UN CALUROSO ABRAZO Y MUCHÍSIMO RESPETO PARA EL SEÑOR VÍCTOR CAMPOS, desde aquí y para toda España. Héroe, amigo, amante, artista: Víctor era como el Sol, amarillo y borroso. Su arte y su manera de clavar cosas siempre se sentirá en nuestros corazones, al no ser que nos quedemos tetraplégicos (por lo que solo podríamos sentirlo de cuello para arriba). Y, qué coño: VIVA EL TOREO. Que, no lo neguéis, es algo precioso cuando se tiran de los aviones y hacen esas formas en el aire, todos juntos, vestidos con chándales gruesos de colores chillones y muchísimas cremalleras por todas partes. Parece que vuelan, PERO NO. Fantasía para todos, que decía La Santa Inquisición.
A todo esto, un detalle que se nos olvidaba (así funcionan las vorágines de pasión mediterránea): un detallito para solivantar la pena es CON LA GENTE, nuevo single de Riot Du Saida, inspirado en la parte más cavernosa —ergo, rollo cipote— de la ultraderecha española. El futuro. Garrote Vil somos todos.