Daimajines del Priorat |
Nueva Carne, Joven de Hoy |
La Tesitura de Hawkman (Terra Baixa Reloaded) |
Day of the Tentacle |
La Madura Serenidad del Celador (Cayetana's Woundfucker) |
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(Todas las piezas: Collage 32x42cm. Septiembre 2015)
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He aquí los primeros pasos del nuevo artefacto colectivo con el que, según apuntan las estadísticas, iré matando las tardes y soliviantando las noches en vela que vendrán en las próximas semanas. Dicho artefacto (véase proyecto, entiéndase como una manera más de hacerme-venir-bien mis habituales descalabros) lleva por nombre Mradi: Kwa pamoja kwa SI.
Mradi: Kwa pamoja kwa SI es, ni más ni menos, la traducción automática al suajili de "Projecte: Junts pel SÍ" (Google Translator mediante). Como su propio nombre indica, se trata de UNA MOVIDA relativa a JUSTO ESO.
A ver si logro explicarme.
Como artista, como persona, como patriota, como demócrata, como creyente: imposible no hacerse cargo de la importancia implícita en el momento presente, apenas a una semana de las elecciones, siendo éstas una vorágine de cambios que llegan para quedarse, cambios que afectarán a lo vital y más aún (no sé si a nivel molecular o sub-atómico, habrá que verlo sobre la marcha).
Gracias a la ilusión de todo un pueblo que ha decidido por fing alzar la voz —al tiempo que se curra a la voz de ya una coreografía masiva a vista de pájaro—, pero sobre todo a sus líderes: la punta de lanza de un nuevo mundo en ciernes, motores de gran cilindrada, coalición de All-star Pathfinders (cósmica envergadura la suya) y herederos de los grandes Lazarillos de la Humanidad. Gracias a ellos, muy posiblemente pronto abandonaremos el páramo estéril por el que actualmente vamos arrastrando los pies para entrar —todos juntos, qué duda cabe— en los nuevos vergeles de infinita fertilidad socioeconómica que sin duda nos están esperando con los brazos abiertos.
Dicho esto (preámbulo de cortesía, pues supongo que todo el mundo estaba ya al corriente del asunto), la pregunta que se nos presenta de inmediato es la siguiente: "Y yo, ¿qué puedo hacer para co-la-bo-rar?". Esa es, precisamente, la cuestión que vengo a tratar con la incipiente serie Mradi: Kwa pamoja kwa SI: porque yo, como artistapersonapatriotademócratacreyente in full effect, me he visto en la necesidad de dar lo mío. Con ilusión, valentía y muchísimas ganas de APORTAR, he aquí los primeros pasos de lo que, recorrido el camino necesario, habrá de ser MI LEGADO PARA CON TAN CONSPICUA EMPRESA.
Mradi: Kwa pamoja kwa SI es, a primera instancia, un sentido homenaje a lo que MUY probablemente venga a ser LA MAYOR Y MÁS PROFUNDA DE MIS PREOCUPACIONES: la Independencia de éste MI país.
Muchas mañanas me levanto llorando. Sí, tal cual, moqueando a todo trapo como una magdalena de Murcia. No me avergüenzo de reconocerlo: cuando salgo de la cama y me miro al espejo del baño, no es cosa rara que mis párpados estén hechos un cristo. Después de pasarme un algodoncito con acetona por las cuencas (dicen que suaviza el impacto de una existencia mayoritariamente desdichada, al tiempo que descongestiona las ojeras de la droga), siempre me hago la misma pregunta:
"RIOT, ¿ESTA MAÑANA ERES LO SUFICIENTEMENTE PARTE DE ALGO MAYOR Y MÁS IMPORTANTE?"
Hay días peores que otros. No es extraño que, a modo de respuesta a mi propia pregunta, acabe abofeteándome. "Eres una vaquita tonta, gorda y muy, muy mierdosa", me digo en voz alta. Me doy fuerte, con la mano abierta; sin quitarme los anillos, non-stop hasta dejarme los mofletes calientes y rojos-rojos. Me estrujo las lorzas, clavo las uñas en los pliegues y hago todo lo posible por sentir un profundo asco de mí mismo. Me hago daño por dentro y por fuera.
Si Catalunya fuera por fin independiente, esto NO pasaría. Tú lo sabes, yo lo sé.
Y aún más: si Catalunya fuera independiente, habría MUCHAS más probabilidades de que, por fin, me fuera concedida esa paga del Estado por inútil y por politoxicómano que tanto me merezco. Años, más de una década llevo luchando para que me reconozcan mis derechos legítimos de Ciudadano de Mala Calidad: ¿es acaso el 27-S una luz al final de ese túnel? YO DIGO SÍ.
Por esas razones (entre muchas otras que ahora no vienen a cuento) he decidido llevar a cabo esta serie titulada Mradi: Kwa pamoja kwa SI, y que también se podría haber titulado Төсөл: SI төлөө хамтдаа ("Projecte: Junts pel SÍ" traducido automáticamente al mongol, sin acritud) o Project: Babarengan pikeun SI (su versión en sudanés, claramente más comercial y accesible gracias a la fresquísima pronunciación que se gasta).
Aunque esta vez, gracias a una iluminación proveniente de la estela nacionalista que right now surca sobre nuestras cabezas como Pedro por su Bloody Casa, he añadido ciertos condicionantes que, quieras que no, dotan al presente proyecto de cierta singularidad: los collages están compuestos EXCLUSIVAMENTE por carteles electorales de JUNTS PEL SÍ (y, en todo caso, todo lo que arrastran con ellos cuando los arranco de sus correspondientes tablones). Romeva, Forcadell, Mas, Jonqueras... Incluso eminencias como Lluis Llach (reconocido autor de superhits como La Chatunga o el eterno himno generacional Los Sótanos con Humedades son para el Verano) o el mismísimo Pep Guardiola, una de las personas QUE MÁS HA HECHO POR Y PARA EL PUEBLO LLANO en los últimos dos siglos: un plantel eminentemente erótico pero solemne al mismo tiempo, al más puro estilo de las borrachuzas victorianas, solteras y de alta cuna, una vez pasan de los 60.
Carteles espectacularmente carnosos, labios y dientes y pupilas en modo macro, pieles porosas y semblantes enajenados que reflotan a través de una encrucijada de horizontes infinitos (más allá del campo de visión propio de un ciudadano medio) son algunos de los ingredientes de la materia prima en la que se sustentarán las piezas de Mradi: Kwa pamoja kwa SI. Es decir: NO PUEDE FALLAR.
O sí, pero el empaque es inherente.
Siguiendo la estela de mis últimas creaciones artísticas, esta nueva saga de collages sobre papel retoma el testigo que últimamente ha venido caracterizando mis trabajos más recientes: materiales de mierda, formatos cobardes, estética resobada y una factura miserable de cojones, amén de lo poco o nada que aportan los temas reflejados y los tratamientos fisionómicos.
Aunque esta vez, gracias a una iluminación proveniente de la estela nacionalista que right now surca sobre nuestras cabezas como Pedro por su Bloody Casa, he añadido ciertos condicionantes que, quieras que no, dotan al presente proyecto de cierta singularidad: los collages están compuestos EXCLUSIVAMENTE por carteles electorales de JUNTS PEL SÍ (y, en todo caso, todo lo que arrastran con ellos cuando los arranco de sus correspondientes tablones). Romeva, Forcadell, Mas, Jonqueras... Incluso eminencias como Lluis Llach (reconocido autor de superhits como La Chatunga o el eterno himno generacional Los Sótanos con Humedades son para el Verano) o el mismísimo Pep Guardiola, una de las personas QUE MÁS HA HECHO POR Y PARA EL PUEBLO LLANO en los últimos dos siglos: un plantel eminentemente erótico pero solemne al mismo tiempo, al más puro estilo de las borrachuzas victorianas, solteras y de alta cuna, una vez pasan de los 60.
Carteles espectacularmente carnosos, labios y dientes y pupilas en modo macro, pieles porosas y semblantes enajenados que reflotan a través de una encrucijada de horizontes infinitos (más allá del campo de visión propio de un ciudadano medio) son algunos de los ingredientes de la materia prima en la que se sustentarán las piezas de Mradi: Kwa pamoja kwa SI. Es decir: NO PUEDE FALLAR.
O sí, pero el empaque es inherente.