jueves, 7 de junio de 2012

DONKEY MONK



El videojuego más popular entre los inquisidores del siglo XV y primer tercio del XVI.

En el siglo XIX y después de tres siglos de ininterrumpido éxito comercial, Nintendo se planteó cambiar la raza y las creencias de todos los monstruos de final-de-pantalla, por cuestiones en su mayor parte de origen secular. El videojuego se descafeinó hasta tal punto como para perder -de la noche a la matina- todo el apoyo de las altas cúpulas, abandonándolo así a su suerte. Tras probar de establecerse sin éxito en otros territorios del viejo continente que, en teoría, tenían fama de ser un tanto bastante más racionales y moderados, finalmente fue acusado de herejía como-el-que-no-quiere-la-cosa.
 Afortunadamente para él (el videojuego), ese y otros temas con connotaciones muy similares eran ya vestigios del pasado. Todo lo vinculado a aquella camada de sucesos fue severamente cuestionado por un consenso político-social de envergadura continental y de marcadas reminiscencias laicas. Así las cosas (siendo los católicos apostólicos romanos personas con ciertas vetas singularmente vengativas y con inclinación a no dejar correr los asuntos), se decidió excomulgar a Nintendo del corpus de la iglesia católica apostólica romana. La sed de sangre se reservó para futuras contiendas contra la pornografía en emulsión de plata.

Actualmente, Nintendo es una megaempresa multidisplinar y multidisplicente, dominada principalmente por japoneses muy trabajadores, educadísimos y en su mayoría de estatura discreta.
Asimismo, es dueña parcial de los Atlanta Hawks.


Técnica mixta y collage sobre papel. 32x47 cm.