CLARO ESTÁ, siempre y cuando el placer que necesariamente ha de hallarse implícito en cualquier facto destinado a bienestares ajenos (o no tan ajenos) cumpla las espectativas -simpre tan anheladas en la profesión- de realizarle a uno como pelsona.
Y así ha sido. Ha sido-de-la-hostia.
El caso es que tengo el honor de firmar la dirección de arte y el diseño de un excelso catálogo antológico de mis hermanicos mayores, MIROIR NOIR. Actualmente, Rai Escalé y Milos Koptak (ambos naturales de Burgos) se lo están triunfando en Eslovaquia: años de trabajo en conjunto que por fin ven su merecida recompensa. O por lo menos eso espero, de corazón.
El catálogo, que recoge sus mejores trabajos desde el 2007 hasta la acualidad, cuenta con 48 páginas y una impresión de lujo de la cual todos nos vanagloriamos (entre otras cosas, porque ESTA VEZ la pasta no se ha tenido que sudar y sangrar como acostumbra a ser en este tipo de alquimias).
Todo es tocarlo, olerlo y mirarlo: el amor, entonces, brota de una natural y repentina primavera sensorial. O dicho de otra forma, vuelves a caer en la cuenta de que con dinero vas a todas partes.
Edición limitada a 300 ejemplares.
Más info de esto y de todo lo que subyace, en el blog de RAI ESCALÉ.
La web, próximamente. El gusto es mío.