Amigos, amigas, queridos todos y quizás no tanto: según me informan fuentes O-F-I-C-I-A-L-E-S de primera línea (no la revista, me refiero al orden), la novelita de Gual y Cantavella EL CORAZÓN DE JULIA estará en vuestra librería mash cercana en apenas 15 días...
El mencionado libelo, profusamente ilustrado por el que aquí suscribe, trata temas de actualidad y que -sobretodo- importan: zombies, cine español, música de cojones, SGAE, masturbación, fusiles Mauser... Todo un elenco de creatividad y desparpajo por parte de estos dos grandísimos canallas que han querido arrojar humildemente un haz de luz sobre la costra reseca que en estos tiempos aciagos nos sirve de birrete o de mantilla.
Por si queréis ir havriendo voca, podéis leer el primer capítulo en el blog O-F-I-C-I-A-L de Julia, AQUÍ.
Cabe decir que, al margen de ciertas estrategias comerciales que habrían de conducir al simpático vulgo a la compra masiva de tan insigne obra, el blog en cuestión (por lo menos en lo que respecta a sus primeras entradas) trata con desmesurada pasión sobre todo el tema SGAE. Dado que Robert fue denunciado por la SGAE por tildarles de corsarios (véase piratas consentidos por el gobierno operativo) en un artículo que publicó en la revista QUIMERA, es del todo comprensible y normal el luv affair que este hombre -y su a.k.a Trebor Escargot- por este organismo de nobles cruzados que felizmente se han adjudicado la misión de velar por el bienestar de los grandes A-R-T-I-S-T-A-S de ésta nuestra Piel de Toro, y vigilar cual doberman cualquier violación de los legítimos y posibles que pertocan a cada uno de sus socios. Una misión, debo decir, que bien debería extrapolarse a las conciencias de todo ciudadano español, tanto que a nadie debería titubear a la hora de agradecerle a Miguel Ríos, Miguel Bosé, Rosario, Amaral, Café Quijano, Andrés Calamaro (gran poeta, y argentino para más inri) y especialmente a JOSÉ RAMÓN JULIO MARTINEZ MARQUEZ (alias Ramoncín) la mastodóntica aportación que sus literaturas y tonadillas han posado sobre nuestro inconsciente colectivo.
Demos pues una calurosa bienvenida a esta casta ópera, regocijémonos de las diáfanas revelaciones con las que podremos nutrir durante un tiempo más que razonable nuestras conversaciones de sobremesa.
HAIL JULIA!
