GESTALT III: PRINCIPIO DE SEMEJANZA
No me negaréis
que todos los chinos se parecen.
Es como una gran comunidad de hombres y mujeres con sueño:
y cuando sus mujeres se quedan
preñadas
parece que tienen sueño
y cuando paren
gritan de dolor
como todas
pero parece que les importa menos
porque aunque suden
y chillen y suden y se dilaten hasta lo imposible
parecen medio dormidas.
El otro día
vi como dos chinos discutían
mientras sus soñolientas expresiones
eran completamente incapaces de mostrar
un mínimo interés por la situación.
No; la verdad
es que no me gustaría tener que ir a la guerra
a matar chinos
porque se les ve totalmente faltos de interés.
Preferiría, si es que se me permite hacer tal observación,
entrar en guerra con marcianos.
Según los dibujos explicativos de mi manual, tienen unos ojos grandes, abiertos y jugosos.
Y seguro que, al morir,
te miran plenamente
haciendo que te sientas valorado.
Son como niños.