lunes, 15 de junio de 2009

GESTALT III.


GESTALT III: PRINCIPIO DE SEMEJANZA



No me negaréis

que todos los chinos se parecen.


Es como una gran comunidad de hombres y mujeres con sueño:

y cuando sus mujeres se quedan

preñadas

parece que tienen sueño


y cuando paren

gritan de dolor

como todas

pero parece que les importa menos

porque aunque suden

y chillen y suden y se dilaten hasta lo imposible

parecen medio dormidas.


El otro día

vi como dos chinos discutían

mientras sus soñolientas expresiones

eran completamente incapaces de mostrar

un mínimo interés por la situación.


No; la verdad

es que no me gustaría tener que ir a la guerra

a matar chinos

porque se les ve totalmente faltos de interés.


Preferiría, si es que se me permite hacer tal observación,

entrar en guerra con marcianos.

Según los dibujos explicativos de mi manual, tienen unos ojos grandes, abiertos y jugosos.


Y seguro que, al morir,

te miran plenamente

haciendo que te sientas valorado.


Son como niños.