Desde Esto No es Berlín, mi amigo y compinche de fechorías Jaime rodriguez Z. me pidió que creara una "felicitación navideña" a "mi estilo": esto es, intentando educar a la juventud a la par que lanzando un mensaje acorde con la sucesión de efemérides típicas en las que nos estamos sumiendo (hoy como cada año), queramos o no.
El horror, el horror.
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Todo esto, recordemos, a colación de la reciente –a la par que flamanteh– publicación de mi último poemario Las Normas del Vertedero: el regalo perfecto de estas navidades, dado que podrían ser las últimas.
Pocos, muuuy pocos, se entregan a la causa como un servidor. Que conste en acta. Y a ver si lo valoráis como es menester.