Tal y como apunté en un post anterior no hace mucho, llega a vuestro quiosco más cercano la guía de orientación definitiva para vivir mejor. De la mano de la revista QUIMERA -líder en ventas cosa fina-, este mes ha visto la luz el primer manifesto de ÜBER-AUTOAYUDA a cinco manos (dos mías, dos de mi partner Vanity Dust y una perteneciente a un enanito sobón que hizo mucho más afables y llevaderas nuestras árduas sesiones de parto creativo). Un presente que sin duda habrá de arrojar ingentes cantidades de luz sobre la quejumbrosa penumbra existencial que actualmente rige los biorritmos de una sociedad gravemente estancada, varada en el horterismo existencial y en el se-dice-ergo-se-comenta sin ton ni son. Una llave maestra, un punto de inflexión, una espada dialéctica que ha sido templada en las fraguas de la dadivosidad más exhuberante y el altruísmo que tan solo algunas personas cósmicamente seleccionadas pueden proyectar: personas como nosotros o como el enano sobón, que aunque no lo parezca también es una persona. Como quien dice.
Seis páginas separan vuestro "aún" de un "de nuevo" flamante y de solvencia contrastada. Seis páginas y un puñado de ilustraciones choscas y groseras, alguna falta de maquetación y otras tantas de ortografía, afluentes de sal gruesa y dialéctica urticante. Atrévete a caminar con nosotros de la manita. Redefine tus conceptos de felicidad y realización personal. Abre los ojos, incluso cuando estornudes.
Aceptamos cheques, Visa, Mastercard, Tickets Restaurant no caducados, tarjeta Club Caprabo y a vuestras hijas si están de buen ver.
(NOTA PARA SU CORRECTA LECTURA: las páginas están colocadas correlativamente de arriba a abajo. Para leer cada una de ellas, clickad sobre la imagen y después -presionando botón derecho del mauser- abridla en una pestaña/ventana nueva. Así podréis verla en una resolución aceptable para su lectura. Si no fuera así, o simplemente pasárais olímpicamente de tomaros estas someras molestias, que sepáis que tampoco pasa nada. Una actitud razonable, qué duda cabe. Prudente. Y qué coño, más se perdió en Cuba, que dijo Julio Cesar Romero de Torres.)