Una vez más, sintiendo el peso del amor al arte.
Dos ilustraciones que acompañarán el texto de un tipo del cual nunca he sabido el nombre (me llegó únicamente el escrito, sin firmar, aunque supongo que saldré de mi inopia en cuanto la publicación caiga en mis manitas).
Por esto no pagan. Nunca. Sin excepciones. Pero, en fin, resulta muy placentero poder ilustrar sin ninguna limitación ni estética ni argumental ni técnica (en eso consiste el trato, básicamente). Y además siempre hace ilusión verse las cosas publicadas. Digo.
PD: Coli!!! Es que no sé dónde contestarte (ando lost in the space as usual), por tanto confío que leas esta contestación: NO, no es una ilustración mía y, joder, está estupenda. Creo que voy a copiarle el stylo (así en plan bellaco) para una nueva serie que ya voy pensando.... Ah! Besote.