Andaba pensando yo cómo encauzar un sábado como éste; un sábado así, en plan tonto, lleno de ruidos ajenos, droga mala, con todos esos imbéciles sueltos, velando por los suyos a cara descubierta. Déjame pensar. Eso, gente. Siempre la gente. Arg.
Sábado, 22:15. Skum y yo llevamos dándole al coco y al frasco toda la tarde (sopena de haber sobrevivido a las calamitosas embestidas de toda esa comida china por la que, para más inri, hemos pagado voluntariamente). Empieza a materializarse uno de los monográficos temático-esteticos de nuestras (ya no tan) nuevas andaduras como grupo establecido. En este caso, hoy, sábado, día tonto, con todos esos vapores: pavos.
Los pavos, sinceramente lo digo, parecen marcianos.
O por lo menos, parecen emisarios despistadísimos venidos de un lugar muy lejano, incomprensiblemente plástico, irregular. Una corrida en la espalda de la belleza formal.
Tal cual, calentito y viscoso, lo dejo aquí testimoniado. Indoor, outdoor, graffiti, lienzo.
Y es que los pavos dan para mucho, sí. Y no esperaban menos.
La máscara de latex, cortesía de Rai Escalé. La bolsa de plástico que Skum lleva en la cabeza, cortesía del paquistaní de la esquina.
http://www.youtube.com/watch?v=KS9j9crPWl0
La máscara de latex, cortesía de Rai Escalé. La bolsa de plástico que Skum lleva en la cabeza, cortesía del paquistaní de la esquina.
http://www.youtube.com/watch?v=KS9j9crPWl0
